Probablemente ya te habrás dado cuenta de que, después de una buena noche de sueño, disfrutamos mejor del día. Dormir es vital para nuestra salud y esencial para nuestro bienestar físico y psicológico. Dormir nos ayuda a reducir el estrés acumulado durante el día. Al mismo tiempo, permite que el cuerpo se relaje y libere tensiones. Dormir bien tiene múltiples efectos beneficiosos que contribuyen a nuestro bienestar y eficiencia.
En este artículo, te ayudaremos a comprender la importancia de respetar tu sueño.
Crees que dormir es una pérdida de tiempo
Hoy en día, nuestras sociedades están impulsadas por la productividad y el ocio. Por eso, a veces sentimos que dormir es una pérdida de tiempo. De hecho, el 13 % de los jóvenes entre 25 y 45 años lo considera así.
Sin embargo, dormir es esencial para la salud. Es una función biológica, al igual que comer o beber, y no un lujo superfluo. Además, una privación total y prolongada del sueño conlleva una degradación de la salud que puede llevar incluso a la muerte. Funciones vegetativas como la respiración, la circulación sanguínea, etc., se regulan durante el sueño. Lo mismo ocurre con la capacidad de defensa frente a infecciones bacterianas y virales.
La falta de sueño suele ir acompañada de una disminución de la atención y la eficacia, lo que afecta negativamente también a nuestras actividades de ocio. Entramos así en un círculo vicioso: queremos dormir menos para disfrutar más, pero al dormir menos, disfrutamos menos.
Por último, la somnolencia asociada a la falta de sueño y la disminución de la atención aumenta considerablemente el riesgo de accidentes.
Te preguntas cuáles son las consecuencias de pasar una noche en vela
Todos hemos pasado alguna vez una noche sin dormir. Ya sea para estudiar para un examen, porque la fiesta terminó con el amanecer, o porque nuestro hijo no duerme por la noche, etc. Puede parecer algo banal, pero sus consecuencias pueden ser más serias de lo que pensamos.
La privación aguda, total y breve del sueño provoca somnolencia y fatiga extrema, pero también lentitud intelectual y dificultades para tomar decisiones. Estarás más irritable, menos atento y concentrado, y tus reflejos serán más lentos. Todo esto se acompaña de un juicio alterado. Por ello, se desaconseja conducir tras una noche en vela o realizar actividades peligrosas que requieran concentración. ¿Sabías que conducir después de estar 24 horas sin dormir equivale a hacerlo con una tasa de alcohol en sangre de 1 g/l?
¿Debes quedarte 24 horas en la cama después para recuperarte?
Una noche en vela genera una deuda aguda de sueño. Pero esta deuda suele compensarse con la noche siguiente. La cantidad necesaria para recuperarse es menor que la pérdida, por lo que una noche de sueño de duración normal suele ser suficiente. Así que no es necesario dormir o quedarse en la cama durante 24 horas.
Aunque la duración del sueño no cambie, su calidad sí se verá alterada. Después de una privación de sueño, el sueño profundo será más largo y llegará antes durante la noche para restaurar el cuerpo.
Dormir te ayuda a asimilar mejor lo aprendido durante el día
La fase de sueño es una parte muy activa de nuestro día. Tiene efectos positivos en todo el cuerpo, incluidas las funciones mentales. De hecho, el 75 % de las personas entre 25 y 45 años cree que la falta de sueño afecta la memoria.
Para recuperar nuestras capacidades intelectuales como la atención, la memoria y la lógica, el sueño juega un papel esencial. Durante el sueño REM, el sistema nervioso se estimula varias veces. Estas estimulaciones influyen en la calidad de la memoria, la consolidación de los recuerdos, el aprendizaje, así como en la resolución de problemas y la adaptación emocional.
Quieres dormir menos para tener más tiempo despierto
La privación crónica del sueño se refiere a dormir menos de lo que necesitamos durante varias semanas o meses. Es decir, dormir menos de 7 u 8 horas por noche.
Este fenómeno afecta especialmente a adolescentes y adultos jóvenes que trabajan mucho y/o pasan gran parte del tiempo frente a pantallas. El 17 % de los adultos entre 25 y 45 años acumula una deuda crónica de sueño.
Privarse voluntariamente y repetidamente del sueño no es una trivialidad. Puede afectar significativamente a nuestra calidad de vida y salud a largo plazo. De hecho, solo unos días de privación bastan para generar efectos similares al envejecimiento acelerado del organismo.
Reducción del sueño y obesidad
Ahora se sabe que dormir menos y/o alterar la calidad del sueño favorece el aumento de peso. Por lo tanto, incrementa el riesgo de obesidad y diabetes. Esto se debe al desequilibrio de dos hormonas que regulan el hambre. Si no duermes lo suficiente, la hormona de la saciedad (leptina) disminuye, mientras que la grelina, que estimula el apetito, aumenta. Además, la falta de sueño reduce la eficacia de la insulina, la hormona que regula el azúcar en sangre, lo cual eleva el riesgo de diabetes.
Tienes que levantarte temprano todos los días porque tienes un largo trayecto al trabajo
El aumento del tiempo de transporte, especialmente en grandes ciudades, suele estar vinculado a la falta de sueño. De hecho, el 17 % de los adultos entre 25 y 45 años cree que su trayecto diario contribuye a que duerma menos de lo que necesita.
Si puedes utilizar transporte público o compartir coche, aprovecha para dormir siestas cortas. Te ayudarán a compensar parcialmente la deuda de sueño.
Consecuencias a corto plazo de dormir poco
Algunas consecuencias inmediatas de la falta de sueño incluyen:
- Disminución de la percepción sensorial y del campo visual
- Reacciones motoras más lentas
- Dificultades para concentrarse y pérdida de rendimiento
- Fatiga y somnolencia
- Cambios de humor e irritabilidad
- Desorientación y problemas de memoria
- Mayor riesgo de accidentes laborales o de tráfico
Consecuencias a largo plazo de dormir poco
Las consecuencias a largo plazo son aún más preocupantes:
- Pérdida de atención, eficiencia y motivación
- Fragilidad emocional, trastornos del estado de ánimo
- Mayor riesgo de depresión
- Inflamación y menor defensa inmunológica
- Alteración del metabolismo: obesidad y diabetes
- Hipertensión arterial
- Dolores físicos
- Dificultades para aprender
Palabra final
El sueño es esencial para nuestro bienestar físico y mental. Debemos cuidarlo y, sobre todo, respetarlo. No todos necesitamos dormir lo mismo, pero nadie debería dormir menos de 6 a 7 horas por noche de manera habitual.
Si no trabajas de noche pero tienes problemas para dormir, te invitamos a ajustar tu horario. Si te levantas temprano, intenta acostarte también temprano. No es fácil, pero trata de no acumular deuda de sueño. Tu cuerpo te lo agradecerá.
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